jueves, 15 de mayo de 2014

El alcohol y la ansiedad social

Desde el punto de vista psicofarmacológico, el alcohol es una substancia ansiolítica. Esto quiere decir que tiene un efecto sedante, calmante, que reduce la ansiedad momentáneamente.

Este es uno de los mecanismos de reforzamiento de la conducta de beber, que acaba llevando a convertirla en una conducta adictiva, es decir, difícil de controlar por parte de la persona adicta.

Si una persona padece, por ejemplo, de ansiedad en situaciones sociales. Imaginemos que le cuesta trabajo hablar con personas desconocidas, presentarse en público, hacer amistades, etc, y encuentra que bebiendo alcohol esa dificultad desaparece y se encuentra en un aparente estado de relajación en el que es capaz de hacer una vida social más adaptada, es muy probable que repita esa conducta en otras ocasiones y que durante un tiempo desarrolle la creencia de que el alcohol le ayuda a relacionarse socialmente.

El problema, por una parte, es que si recurres al alcohol para relajarte socialmente nunca vas a aprender a superar esa ansiedad social, o timidez, por medios naturales. De modo que cada vez va a ser más "necesario" beber en situaciones sociales, y como el alcohol va perdiendo efecto con el tiempo porque el cuerpo se va acostumbrando a él, habrá que beber más para conseguir esa pretendida relajación social, y así sucesivamente, hasta que lo que suele suceder es que la persona desarrolla una dependencia del alcohol al mismo tiempo que una incapacidad de hacer una vida social normal sin beber.

Mal camino es ese, que solo se puede solucionar tomando dos medidas importantes. Uno, dejar de beber. Dos, buscar una ayuda terapéutica para superar esas ansiedades sociales de un modo natural, desarrollando las propias facultades psicológicas que todos tenemos, y aprendiendo a hacerlo para que cada vez resulte más fácil.

En definitiva, como tantas veces repetimos, beber alcohol no resuelve ningún problema de forma eficaz. Tampoco ayuda a superar la timidez o la ansiedad social. Solo a encubrirla y disfrazarla, pero al mismo tiempo a hacerla cada vez mayor.


Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico
www.programavictoria.com

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